lunes, 23 de mayo de 2011

UNIDAD 5: POLÍTICA MONETARIA E INFLACIÓN

A pesar de las medidas implementadas por el banco central, la inflación se mantiene por arriba de su objetivo y será hasta 2010 cuando, según el Banco de México, se logre la convergencia a 3%. Mientras tanto, el incremento en las tasas de interés es posible que afecte el crecimiento y el empleo y por ende la dinámica económica del país. Los objetivos de este documento son describir los principales aspectos relacionados con la política monetaria, su objetivo, las decisiones de política y sus resultados; comparando la  experiencia de México con la de otros países. La idea principal es observar que, dependiendo del objetivo de política monetaria asignado, los bancos centrales definen su estrategia y toman las medidas necesarias para cumplir con este fin.

1. Definición y objetivo de la Política Monetaria
La política monetaria se define como la influencia que ejerce el banco central sobre la tasa de interés, con el propósito de alcanzar un objetivo final. Este objetivo puede ser la tasa de inflación, el crecimiento económico, el empleo, el tipo de cambio, la estabilidad financiera o el saldo de la balanza de pagos, en resumen lograr la estabilización de la economía. No siempre el objetivo ha sido el mismo, éste ha ido cambiando a lo largo del tiempo. La inestabilidad económica y el  deterioro del poder adquisitivo debido a los altos niveles de inflación  alcanzados en el pasado reciente, tanto en  países desarrollados como en América Latina, modificaron la forma de conducir la política monetaria y comprometieron a gran parte de los bancos centrales a mantener, por ley, la estabilidad de precios.
El Banco de España define a la estabilidad de precios como una situación en la cual, en promedio y a medio plazo, los precios no varían de modo significativo; por lo que no afectan las decisiones de los agentes económicos. Para el Banco Central Europeo (BCE) este concepto significa un incremento interanual del Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) inferior al 2% para el conjunto de la zona del euro, para la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) el cambio en el nivel de precios  debe estar entre 0 y 3%; en tanto que, para el Banco de México representa una variación anual de 3% +/- 1%.
Para determinar si existe estabilidad de precios en una economía, es necesario definir un indicador que aproxime el precio medio de todos los bienes y servicios de dicha economía. El indicador comúnmente aceptado es el Índice de Precios al Consumo, a partir del cual se mide la evolución de los precios y su variación (la inflación). En una encuesta realizada por el Banco de Inglaterra a 94 bancos centrales, tanto de países industrializados como en desarrollo y en transición, se encontró una creciente popularidad por la estabilidad de precios y el anuncio de objetivos explícitos para la inflación. De acuerdo con los datos de la encuesta,  el 48% de los bancos contestó que la inflación es su principal objetivo, mientras que para el 52% se trata  un objetivo importante pero no el único. (Fry, M. et al. 2000 p.4). Entre los bancos cuyo objetivo prioritario es la estabilidad de precios se encuentran, el Banco de Inglaterra, el Banco Central de Chile, el Banco de México, así como el  Banco Central Europeo (BCE) en cambio, la Ley de la Reserva Federal del año 2000, establece que las acciones de esta institución deben promover además de la estabilidad de precios, el crecimiento económico, así como un alto nivel de empleo. Si bien, la estabilidad de precios es el elemento central en las decisiones de política monetaria de gran parte de los bancos centrales; para algunos analistas (Bernanke y Mishkin, 1997) la estrategia monetaria actual, no implica simplemente alcanzar un determinado valor para la inflación, ésta engloba los procedimientos e instrumentos disponibles para conseguir su objetivo e involucra  otras variables como el nivel de producción.
 2. ¿Por qué un objetivo para la inflación?
La preocupación por el incremento generalizado de pre-ios surge por los costos económicos y sociales que genera y  por la incertidumbre que produce.  La inflación es un  indicador  clave en cualquier país del mundo toda vez que refleja el comportamiento promedio del crecimiento  de los precios de la economía y a partir del cual otras variables macroeconómicas ven afectado su nivel, tales como el tipo de cambio, las tasas de interés, los salarios, entre otras. Por esto mismo, regularmente la inflación también es la referencia más inmediata en la toma de decisiones de los distintos agentes de la economía, desde consumidores hasta grandes inversionistas. De hecho, es sabido que cuando un país padece de elevados niveles inflacionarios, sus principales indicadores macroeconómicos regularmente presentan comportamientos adversos en perjuicio de la población en su conjunto. Un entorno estable y de baja inflación proporciona condiciones más favorables para promover el bienestar económico.

3. Evolución  de la inflación
Luego de los altos niveles de inflación  registrados desde los años setenta y hasta principios de los noventa,  los países desarrollados y en particular los países de América Latina, lograron reducir de manera importante el crecimiento de los precios.  El progreso en la estabilización de la inflación es evidente, no sólo se logró disminuir el nivel de inflación, sino también su volatilidad. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en los países desarrollados, la inflación que alcanzó en promedio un 12% entre 1979 y 1982, se ha situado cerca de 2% desde mediados de los noventa.  En América Latina el crecimiento de los precios ha disminuido de niveles de dos y tres dígitos a menos de 10% (cuadro 1); en 2006 el incremento de los precios fue de 6.7%, el valor más bajo en más de cuarenta años. En México en este mismo año se alcanzó un 3.7%, la menor inflación en décadas. La supervisión del Fondo Monetario Internacional a las reformas económicas emprendidas en los países de América Latina, desde finales de los años setenta en México, Chile y Argentina hasta el Plan Real de Brasil a mediados de la década de los noventa,  a través de la implementación de programas de ajuste estructural fue un factor esencial para tratar de incrementar la confianza del público hacia las políticas del gobierno, y alcanzar sus objetivos. Sin embargo, los esfuerzos de estabilización no siempre lograron su objetivo.

Las reformas institucionales (fiscal, financiera y la autonomía de los bancos centrales), la comunicación oportuna con el público, y el compromiso explícito por alcanzar un objetivo de estabilidad de precios, en un entorno mundial relativamente estable, reflejo de una competencia mundial más intensa (que implica precios más bajos), lograron reducir la inflación en muchas economías, especialmente de América Latina. 

4. Decisiones de Política Monetaria
Sin embargo, las presiones inflacionarias a nivel mundial derivadas del incremento en los precios del petróleo y las materias primas junto con la desaceleración económica de Estados Unidos, derivada de la crisis hipotecaria, han complicado el escenario para los bancos centrales. Por un lado las presiones inflacionarias aconsejan aumentar las tasas de interés2, por otro la debilidad económica sugiere bajarlas con el fin de estimular el crecimiento y el empleo. Sin embargo, estas presiones inflacionarias son resultado de perturbaciones externas que están fuera del control del banco central. Como se observa en la gráfica 1 el incremento en nivel de precios se aceleró en todos los países desde mediados del año pasado. De acuerdo con el último dato que corresponde a agosto de 2008, en la zona Euro este aumento.

alcanzó un valor anual de 4% (el doble de  su objetivo), en Estados Unidos la variación fue superior al 5%  al igual que en México (5.4%), mientras que Chile registró el mayor incremento con 9.5%, muy por arriba de su objetivo de 3%.Por otra parte, el comportamiento del PIB muestra una desaceleración moderada en Estados Unidos al igual que en México (gráfica 2). Sólo en la zona Euro se observa un descenso en el nivel de la producción de 0.8% en el tercer trimestre de 2008.


Este ambiente económico ha llevado a los bancos centrales, cuyo objetivo es la estabilidad de precios, a aumentar sus tasas de interés con el fin contrarrestar las presiones inflacionarias (gráfica 3). El Banco Central de Chile ha incrementado esta tasa en 300 puntos base (de 5.25 a 8.25%) en el último año; el Banco de México, que recientemente sustituyó el “corto” por un objetivo de tasas de interés como instrumento monetario, lleva un incremento acumulado en los últimos cuatro meses de 75 puntos base (7.50 a 8.25%), mientras que el BCE registró un aumento moderado para su tasa de interés de referencia de 4.00 a 4.25% en julio 2008, manteniéndola sin cambio en los últimos dos meses. Aplicando una política totalmente opuesta, la FED ha recortado en poco más de un año sus tasas de interés en siete ocasiones (de 5.25 a 2.00%) con el fin de mitigar los efectos de la desaceleración económica y cumplir con sus objetivos de crecimiento y estabilidad de precios.

5. Expectativas de crecimiento e inflación
A pesar de la restricción monetaria, las expectativas de inflación reportadas por los bancos centrales de América Latina3, para el cierre de 2008 han ido en aumento de 7.0 en enero a 9.4% para agosto, la misma tendencia se observa para 2009 al pasar de 7.4 en abril a 8.4% en agosto4. Respecto a la Zona Euro la inflación esperada en 2008 y 2009 se mantiene  por arriba del objetivo de 2%. Precisamente dado el rezago con el que opera la política monetaria las decisiones de los bancos centrales buscan evitar que las expectativas se alejen de su objetivo de largo plazo.
Aunque el desempeño alcanzado por la economía estadounidense en el segundo trimestre del año fue positivo, derivado de las políticas fiscales y monetarias implementadas, la crisis financiera parece agravarse y los temores de una recesión están latentes. Tanto el FMI como la OCDE bajaron recientemente sus expectativas de crecimiento para el 2008 y el 2009. Según estimaciones de estos organismos y de la Organización de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) el crecimiento mundial esperado para el 2008 será de 3.0% (menor al de 2007 en 1.1%), mientras que para el 2009 éste será de 1.5%.



REFERENCIAS:
-http://www.uaemex.mx/feconomia/Publicaciones/Economia%20actual/EA_13/EA1-3-REYNA.pdf

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